El autoconsumo fotovoltaico ha demostrado que es una de las inversiones más rentables y más lógica hoy en día. Si ya lo era por sí misma, desde el pasado apagón que sumió a España durante horas en una completa desconexión de hogares y empresas, esto ha hecho que muchas personas se hayan pasado a la energía solar.
Muchas familias han decidido tener esa independencia del suministro eléctrico tradicional y no jugársela con situaciones desagradables. En concreto, desde el punto de vista de la economía familiar el autoconsumo tiene un efecto real de ahorro con una instalación que tiene una media de vida en torno a los 30 años.
A esto, le sumamos la independencia energética que se consigue al no tener la necesidad de sobresaltos por apagones o por cualquier otra circunstancia que pueda privar a una casa de tener suministro eléctrico constante. Y lo más importante, la forma de gestionar de cada uno para utilizar la energía cuando realmente se necesite.
Finalmente, en cuanto a la inversión que pueda suponer una instalación de autoconsumo, existen ayudas y subvenciones actualmente que sirven para que una familia pueda amortizarla en un período de entre tres y cuatro años. Una inversión que no tiene comparación con ninguna otra ya que su tejado estará generando electricidad y dinero cada una de las próximas décadas.





